lunes, 28 de noviembre de 2011

Sigmund FreuD*






Freud pensaba que los primeros años de vida son decisivos en la formación de la personalidad, a medida que los niños desarrollan conflictos entre sus impulsos biológicos innatos relacionados con la sexualidad y las restricciones de la sociedad. Según Freud, estos conflictos se presentan en etapas invariables del desarrollo psicosexual.
Según la Teoría Psicosexual, tres son los componentes de la personalidad:
ID O ELLO
Se considera como la fuente de motivos y deseos; mediante él se satisface el principio del placer.
EGO
Representa la razón o el sentido común. Se rige por el principio de la realidad, mediante el cual se puede equilibrar la personalidad.
SUPEREGO
Incluye la conciencia e incorpora sistemas de valores y deberes aprobados por la sociedad.



El psicoanálisis freudiano distingue cinco etapas del desarrollo humano:
1) Etapa oral (del nacimiento a los 12 ó 18 meses)
La principal fuente de placer del bebé se orienta hacia las actividades de la boca, como chupar y comer.
2) Etapa anal (de los 12 ó 18 meses a los 3 años)
La retención y expulsión de sus heces produce placer en el niño. La zona de gratificación es la región anal.
3) Etapa fálica (de los 3 a los 6 años)
Época del "romance familiar", el complejo de Edipo en los niños y el de Electra en las niñas. La zona de gratificación se desplaza hacia la región genital.
4) Etapa de latencia (de los 6 años a la pubertad)
Etapa de transición hacia otras más difíciles. Los jóvenes comienzan a adoptar los roles de género y desarrollan el superego. Pueden socializarse, desarrollan habilidades y aprenden acerca de ellos mismos y de la sociedad.
5)Etapa genital (adolescencia y edad adulta)
Los cambios fisiológicos de la pubertad realimentan la líbido, energía que estimula la sexualidad. Relaciones heterosexuales y exogámicas. Es la última etapa, antes de entrar a la edad adulta.

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